VIDA SALUDABLE, ¿POR DÓNDE EMPIEZO?

Por: Astrid Barqué>

Numerosas encuestas y estudios revelan que las mujeres se preocupan más que los hombres para mejorar su salud; asisten a cursos, charlas y leen sobre cómo mejorar su calidad de vida; sin embargo, nuestro género, es el más afectado con alguna enfermedad o problema de salud en todas las franjas de edades, según un estudio del INE, publicado en 2013, sobre el estado de salud de los españoles.

cuadro

Población con alguna enfermedad o problema de salud crónicos percibido según grupos de edad. 2011-2012 Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Enlace

La mujer suele exigirse al 100% en todos los aspectos, pero a menudo, los que “no se ven” quedan más descuidados, y casi siempre son en los que ella misma es la protagonista. Estamos pendientes de cuidar a todos los de nuestro entorno, quedándonos sin tiempo para nosotras.

Con los años dedicados a la salud y al deporte, me he dado cuenta, que la única manera de exigir el mejor rendimiento a nuestro cuerpo (incluyo la mente) es estando sana. Una persona que se encuentra en sus plenas facultades, sin problemas de salud, es capaz de dar el máximo de sí misma. Las mujeres Live! que han pasado por una enfermedad, habrán comprobado como te afecta en todos los ámbitos de la vida y lo que cuesta recuperarse. Probablemente, después de una experiencia como esta, la mayoría os habréis propuesto cuidaros y empezar una vida sana de una vez por todas, para prevenir futuros riesgos. Pero cuando empezáis a indagar os dais cuenta que es todo un mundo complejo y que parece imposible hacer todo lo que los distintos profesionales de la salud nos dicen. Más de una, en el agobio de este empacho de información se habrá preguntado: ¿por dónde empiezo?

En  mi opinión no es difícil estar sana si se tiene sentido común y se tienen unos puntos claros. Hay que centrarse en tres aspectos: actividad física,  alimentación variada y tiempo para meditar. Esto que parece tan fácil de decir y tan difícil de cumplir, es sencillo si sigues algunas pautas:

  • Actividad física: Tan solo necesitas 30 minutos al día, o la suma de 3,5 horas semanales. Es decir, si no se puede encontrar un espacio diario en el que moverse, probar de encontrar 3 días a los que dedicar a la actividad física. No hace falta que sea un deporte con normas y competiciones; tampoco hace falta que sea en un gimnasio o club deportivo. En casa o en el aire libre es un sitio perfecto donde practicar. Algunos ejemplos: En vez de quedar para comer con tu amiga, ¿por qué no quedáis para andar juntas? , una salida en bicicleta con toda la familia, salir a bailar. También puedes hacer ejercicios en casa mientras miras tu programa de televisión favorito por la noche. Por cierto, subir escaleras también cuenta como actividad física.
  • Alimentación variada: comer de todo y de todos los colores es la clave para que no te falta ningún nutriente. Solo debes tener en cuenta comer poco de: azúcar, sal, y procesados o alimentos precocinados. Cocinar es saludable para la mente y el cuerpo, y es la manera de garantizar que lo que comes es más sano y tiene menos quí Para empezar a comer más sano te recomiendo algunos puntos:
  • Acostúmbrate a beber agua o infusiones (¡sin azúcar!) a toda hora, mejor que no sea durante las comidas.
  • Cambiar todos los alimentos blancos refinados por los integrales; harinas, pasta, azúcar… Poco a poco ves cambiando el color de tu despensa, ¡veras como tu salud lo agradece!
  • No te saltes ninguna comida. Hay que ingerir 5 veces al día; poco y a menudo.
  • Tener en cuenta que el plato de cada comida tenga aproximadamente estas proporciones: 1/2 verduras, 1/4 de proteína (carne, pescado, legumbres…) y 1/4 de carbohidratos (pan, pasta, patata, cereales cocidos…).
  • Siempre ten hecho en la nevera: caldo de verduras y un taper con cereal cocido (quinoa, mijo, polenta, arroz, …) Así garantizaras que con poco tiempo puedes apañarte un plato saludable sin tirar de precocinados o sin pedir comida rápida para llevar.
  • Un rato para ti, cada día: la salud emocional también hay que tenerla en cuenta, y muchas veces le damos poca importancia, sin embargo, los problemas emocionales como la ansiedad, el estrés o el sentimiento de culpabilidad pueden llegar a ocasionar problemas físicos de salud. Ejemplos: un rato de lectura y reflexión en la cama antes de dormirse. Un té después de cenar en un rincón de casa que puedas estar sola y tranquila, cuando todos duermen o miran la tele. Un paseo al aire libre al mediodía o en la pausa del trabajo o mientras paseas el perro. Es importante que en estos ratos dedicados a ti tengas en cuenta 2 cosas:
  • Controlar bien tu respiración y concentrarte en mejorarla.
  • Reflexionar sobre lo bueno que ha tenido el día y lo que debes mejorar y cómo puedes hacer para mejorarlo. Si te hace falta, apúntalo.

Solo 10 ó 15 minutos, y ¡el móvil lejos!

Si tienes en cuenta cuidar estos 3 aspectos personales vas a notar un cambio significativo en tu salud: tendrás mejor estado de ánimo, te sentirás menos cansada y más a gusto con tu cuerpo. Cuando, al cabo de unos meses, ya tengas automatizados estos pocos hábitos saludables, podremos pasar al siguiente paso y  profundizar en más aspectos de tu salud, pero primero ¡a por estos pequeños cambios!

Deja tu comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Cerrar sesión / Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Cerrar sesión / Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Cerrar sesión / Cambiar )

Google+ photo

Estás comentando usando tu cuenta de Google+. Cerrar sesión / Cambiar )

Conectando a %s